Nos damos cuenta de que, a pesar de tener suficientes medios, no los utilizamos de una forma sensata y sabia.
Según el portal del agua de la UNESCO , producir 1 kg de carne de vacuno requiere unos 15.000 litros de agua, mientras que la producción de 1 kg de vegetales (fruta, leguminosas, verdura) sólo requiere unos 1.000 litros. Pero al parecer la diferencia no sólo estriba en el consumo de agua.
Dicen los ingenieros agrónomos que para generar el alimento necesario para criar una vaca se necesita una hectárea de terreno durante 2 años, y de ella se obtendrán unos 300 kg de carne; pero si esa hectárea se dedicara al cultivo de vegetales para consumo humano se podrían obtener 7000 kg. de trigo, o bien 12.000 kg. de maíz. Si se redujera el consumo de carne, esta misma hectárea con alimentación vegetariana podría alimentar a muchas de las personas que mueren de hambre en el mundo.
Por otro lado la producción de cada kg de carne supone una emisión de 3 ó 4 kg de C02 a la atmósfera. El consumo de carne multiplica por 10 casi todos los problemas medioambientales.
Este acto de colaboración global y solidaridad haría que el mundo se convirtiera en un lugar donde todos podríamos vivir mucho mejor.